miércoles, 16 de febrero de 2011

El ambiente para el masaje

Lo primero para conseguir un buen ambiente en nuestra sala de masaje es analizar las sensaciones que queremos despertar en el cliente: relax, bienestar, confort… Desde luego estas sensaciones, en una fría cabina con camilla y paredes grises no se consiguen. Ponte manos a la obra para hacer de tu sala de masaje un centro integral para tus sentidos.

Oído

Crea ambiente con música tranquila a un volumen suave. Adapta esta música de fondo al masaje que vayas a dar. Por ejemplo, lo ideal es una música hindú. Para masajes relajantes elige sonidos chill-out tranquilos e incluso sonidos ambientales.

Vista

La decoración es importante. Huye siempre que puedas de tonos fríos y adéntrate en los tonos cálidos (naranja, amarillo…) que darán un aire acogedor y tranquilo, con reminiscencias orientales. Para potenciar el efecto oriental, compra cortinas semitransparentes de varios de estos tonos y superponlas. El toque final lo darán muebles de madera.

Olfato

Las velas son un complemento de decoración ideal, con su variedad de colores que habrás de adaptar al estilo de decoración que hayas elegido. Si además optas por velas aromáticas, estarás dando un placer al olfato. Eso sí, presta atención al elegirlas que los aromas sean suaves y combinen entre sí… o el efecto puede ser excesivo.

Tacto

A parte de las manos del masajista, hay otros puntos de tacto que cuidar. El material y tacto de la camilla, las toallas… todo tiene que ser suave y cálido.

Gusto

Podemos terminar el servicio ofreciendo un pequeño dulce o caramelo que deje a nuestro cliente un agradable sabor de boca ¡El detalle al poder!